miércoles, septiembre 22, 2021

Asociación entre el deterioro de la visión y la incidencia de demencia y deterioro cognitivo


Un estudio recientemente publicado en la revista Ophthalmology establece la relación entre el deterioro de la visión y el incremento de incidencia de demencia y deterioro cognitivo.

El estudio realiza una revisión sistemática y un meta-análisis de 26 estudios de  cohortes prospectivos, en el cual se evaluó si el deterioro de la visión era un predictor del desarrollo de demencia y deterioro cognitivo. 

Los resultados publicados indican que los adultos mayores con discapacidad visual  mostraban un 47% más de riesgo de demencia y un 35% más de riesgo de deterioro cognitivo, en comparación con aquellos sin discapacidad visual. 

El estudio sugiere que la detección y el tratamiento de la discapacidad visual pueden ayudar a aliviar el problema global de la demencia.

Puede acceder al artículo completo aquí.

De estos resultados cabe reflexionar sobre la necesidad de realización de exámenes oftalmológicos protocolizados en pacientes de edad, y especialmente en pacientes con inicio de deterioro cognitivo, a fin de mejorar sus capacidades visuales o reducir los déficits presentes.

Igualmente, es preciso considerar la necesidad de estimulación sensorial en las personas de edad ya que, al igual que los déficits auditivos pueden provocar el aislamiento del individuo al reducir la comunicación verbal o los sonidos ambientales, los déficits visuales pueden limitar su movilidad e incluso su aislamiento social.

De no actuar a tiempo, en una sociedad cada vez más informatizada, en la que muchas de las interacciones se realizan ya a través de plataformas informáticas, y cada vez más inmersa en entornos informatizados, muchas personas de edad se ven obligadas a una adaptación a tecnologías que requieren de mucha mayor demanda de su capacidad visual. 

Desde las cajas de los supermercados, tarjetas bancarias, pagos a través de smartphones, cajeros de entidades bancarias... hasta las nuevas pantallas de televisión, el entorno es cada vez más visual. Y no cabe duda de que si el individuo presenta un déficit de este sentido, sus capacidades se verán reducidas, favoreciendo el estrés inicialmente y pudiendo dar lugar a su aislamiento y posterior incremento de deterioro cognitivo si éste ya estaba presente o iniciándose.

Es por tanto preciso, al igual que crear entornos visualmente amigables para las personas de edad, establecer programas de reconocimientos oftalmológicos para prevenir y corregir patologías que puedan conducir no sólo a un incremento del deterioro cognitivo, sino también al aislamiento social.